¿Paridad de Género o PORTACIÓN de Apellido?

TEMAS PARA EL DEBATE

¿Paridad de Género o PORTACIÓN de Apellido?




El destacado sociólogo chileno Manuel Garretón en un artículo muy interesante publicado hoy en el Diario Clarín, afirma que la Paridad de Género es la base para una Politica Mejor. Sin embargo, creo que hay cuestiones más básicas que aún no han sido resueltas...

Las crónicas sobre los debates en torno a la problemática del género, da cuenta que hace ya un par de años, en el seno de las Naciones Unidas, se suscitó una seria discusión sobre la traducción del término inglés \"gender\". Todos los diccionarios consultados en aquél momento se ocuparon de aclarar que "gender\" significa exactamente eso: género.

El debate bien planteado no tiene que ver con la traducción y significado del término género; sino en la lucha que a diario, nosotras libramos en nuestro medio social y está centrado, claro está, en la defensa de nuestros derechos.

Aquí, de lo que se trata es de poner en evidencia que la discriminación que sufrimos no tiene su raíz en el sexo – que es un concepto netamente fisiológico- sino en el "género" que es un "concepto completamente sociocultural".

¿Dónde y cómo se manifiestan estas prácticas socioculturales? ¿Por qué es importante esta distinción? Es en el uso de un lenguaje inapropiado donde se perciben, con mayor claridad, algunas de las pautas sociales que han contribuido a la infravaloración histórica de la condición femenina, con especial énfasis al interior de los partidos políticos.


Sin ir más lejos, uno de los mayores desafíos que enfrentamos las mujeres argentinas, especialmente las que ejercemos profesiones liberales en las que hemos ganado una buena reputación y somos conocidas por nuestro apellido de solteras, nos cabe hacernos la siguiente pregunta: ¿gozamos de la libertad y del derecho de continuar siendo reconocidas por nuestro apellido entre nuestros descendientes?


¿Hay mujeres que todavía, en pleno Siglo XXI, gozan de una ventaja comparativa o plus que le otorga el uso del apellido de su marido para lograr una identificación automática e inmediata en el medio donde se desempeñan? ¿Tiene o no importancia este problema? ¿Lleva implícita esta estrategia una discriminación hacia el resto de las mujeres?


Sabemos que resulta mucho más difícil seguir la línea genealógica materna que la paterna: esto es un dato de la realidad. En todo caso, el apellido de un niño/a indicará, dependiendo de lo acostumbrado en cada país, su línea hereditaria paterna; mientras que la identidad de su madre, junto con su correspondiente aportación genealógica se tornará invisible.


Hoy en día, en muchas partes del mundo, las mujeres y los hombres pueden decidir libremente qué apellido usarán después del matrimonio. Por eso, consideramos desleal y fuera de época la utilización del apellido de casada en aquellos casos que las mujeres compitan por cargos electivos y sometidos a la consideración social.


Así, el concepto de mujer como \"propiedad\" del hombre se ve seriamente amenazado por la petición, al parecer inocua, de conservar el apellido de soltera, o de usar un título que no devele el estado civil. Estimo que se trata, en definitiva, de un primer peldaño que deberemos cumplir antes de exigir que se aplique la paridad de género para el acceso a los puestos y cargos electivo.

Por Claudia Guebel / Convencional Nacional de la UCR.

claudiaguebel@hotmail.com